Gobernación del Atlántico y aliados promovieron la sostenibilidad ambiental en el Mundial de Kitesurf
Gobernación del Atlántico y aliados promovieron la sostenibilidad ambiental en el Mundial de Kitesurf
*Con ocasión del Mundial de Kitesurf, la Gobernación del Atlántico dispuso un plan de manejo de residuos para minimizar los impactos ambientales de las actividades que se realizaron hasta el domingo 5 de marzo en las playas de Salinas del Rey y Santa Verónica.
*Junto a los aliados estratégicos Muta y Cempre, se ubicaron puntos de acopio, habu balance de residuos y jornadas de educación ambiental para los asistentes, con el fin de promover la sostenibilidad ambiental del territorio.
*_Se tienen dispuestas cuatro estaciones de reciclaje, con el propósito de reincorporar el material reciclado en la economía circular y convertirlo en materia prima para proteger los recursos naturales_.
El departamento del Atlántico sigue pisando fuerte como destino emergente favorito entre los visitantes nacionales e internacionales y es por ello que, con ocasión del Mundial de Kitesurf, la Gobernación del Atlántico dispuso un plan de manejo de residuos para minimizar los impactos ambientales de la alta afluencia de turistas en las actividades deportivas que finalizó el domingo 5 de marzo en las playas de Salinas del Rey y el balneario de Santa Verónica.
“Cada uno de estos segmentos económicos representa actividades humanas ligadas a la generación de residuos y posibles contaminantes y, por eso, desde la Gobernación nos hemos fijado como meta que, durante la celebración del Mundial de Kitesurf en las playas de Salinas del Rey y el Festival de Comida de Mar en Santa Verónica, promovimos acciones para minimizar los impactos ambientales de ambos eventos, apostando así por la educación ambiental y la sostenibilidad del territorio”, resaltó la gobernadora, Elsa Noguera.
Entre Santa Verónica y Salinas del Rey hay más de 5 kilómetros de playas, donde se concentra gran cantidad de visitantes: los competidores de 13 países, sus acompañantes, turistas nacionales y extranjeros, y además cuenta con un circuito de experiencias en las que el deporte, la gastronomía y las artesanías ofrecerán diversas opciones. Allí se dispusieron cuatro estaciones de reciclaje de la plataforma de sostenibilidad Muta, con el propósito de reincorporar el material reciclado en la economía circular y convertirlo en materia prima para proteger los recursos naturales.
Para el Festival de Comida de Mar, que se realizó en Santa Verónica, contamos con el apoyo de Cempre (Compromiso Empresarial para el Reciclaje), una organización sin ánimo de lucro que estuvo asesorando a los cocineros, meseros y dueños de los restaurantes sobre la mejor forma de disponer los residuos que generarán sus negocios.
Asimismo, se realizaron actividades de educación ambiental dirigidas a los turistas más jóvenes, puntos de acopio y balance de los residuos generados durante el evento, los cuales fueron destinados al desarrollo de acciones de economía circular: rediseño, reúso y reciclaje por parte de la asociación de recuperadores Natura, con sede en Puerto Colombia.
La subsecretaria de Turismo del Atlántico, Pamela Lozano, indicó que “los practicantes de deportes náuticos suelen ser personas comprometidas con el ecosistema marino, las telas de sus implementos, equipos y bloqueadores solares son algunos de los elementos en los que se busca minimizar los riesgos de contaminación para este lugar de la naturaleza. Si esa sensibilidad ambiental la trasladamos a los espectadores, visitantes que llegaron a ver una competencia mundial, estaríamos multiplicando un mensaje muy poderoso sobre la visión que tenemos los atlanticenses sobre nuestro propio territorio”.
En sintonía con lo anterior, en el evento hacieron presencia marcas locales y artesanías que basan su producción en la economía circular, como Salud por Amor, que cuenta con un bloqueador a base de manteca de karité; Save a Playa, una marca de desodorantes orgánicos que destina sus recursos a la limpieza de playas y activismo medioambiental; las mochilas del corregimiento de Los Límites, en Luruaco, que tejen bolsas plásticas para hacer arte y preservar el bosque seco tropical, cuna del tití cabeciblanco; artesanos de Puerto Colombia que reutilizan la madera náufraga que el río Magdalena nos deja en el Atlántico, después de su recorrido por todo el país para convertirla en esculturas, lámparas, souvenirs, etc; y artesanías basadas en totumo, fruto del Caribe colombiano que inspira el arte del tallado Mokaná para convertirse en prendas coloridas.
Con estas acciones, la administración departamental impactó a más de 25 mil visitantes, al tiempo que se dinamizó la economía local, se generó empleo, economía circular y turismo ambientalmente sostenible.
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