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¡Señor “bolillo” Gómez, por favor, si no siente a Junior por lo menos respete a su afición!

 

¡Señor “bolillo” Gómez, por favor, si no siente a Junior por lo menos respete a su afición!


Por Luz Mila Torres Ruiz

¡Esto es histórico! Si, es histórico, porque no recuerdo otra escena similar a la que vi en la rueda de prensa después del partido Junior vs Medellín, jugado el domingo 23 de julio de 2023. Anoten,es histórico: la imagen, la foto de la sonrisa perdedora de Hernán Darío el bolillo Gómez...

Don Antonio Julio De la Hoz, un barranquillero de los de antes, doliente de su ciudad, debe estar revolcándose en su tumba si estuviera viendo esta escena, porque me cuentan que esta insignia del fútbol barranquillero le propinó una cachetada a un jugador en el camerino porque después de perder un partido con la selección Atlántico salió riéndose de la cancha.

¿Qué estarían pensando técnicos como José Varacka y Dragan Miranovic, si aún existieran, y que estarán pensando técnicos campeones con Junior como Miguel zurdo López, Julio Comesaña, Diego Umaña, José cheché Hernández, entre otros?

¿Qué estarán pensando jugadores extranjeros referentes de Junior que en la distancia y el tiempo aún aman la camiseta rojiblanca como Juan Ramón Verón, Juan Carlos Delménico, Eduardo Solari, Juan Miguel Tutino, Miguel Angel Converti, Omar Alfredo Galván, entre otros, todos campeones con los tiburones?

¿Qué pensarán jugadores, grandes referentes de Junior como Pibe Valderrama, a quien no le gustaba perder y salía rabioso; Osvaldo Mckenzie, Martín Arzuaga, Giovani Hernández, Teófilo Gutiérrez, Sebastián Viera, entre otros, todos campeones con Junior?

¿Qué estarían o estarán pensando al ver la foto de la sonrisa perdedora de Hernán Darío el bolillo Gómez?

Lamentablemente,esto sucede porque el sentido de pertenencia en Barranquilla por lo nuestro parece que se perdió, somos pocos (me incluyo) los que permanecemos con ese sentimiento que nos caracterizó a los barranquilleros: sentir, defender y exigir respeto por lo nuestro. Hoy a muchos parece que les da igual, les da lo mismo si irrespetan a la ciudad y a todo lo que significa ella.

Ayer por primera vez en la historia de Junior (99 años), desde que tengo uso de razón, observé a un técnico que dirija al equipo rojiblanco después de una derrota salir de una rueda de prensa sonreído (es poco), "muerto de la risa" junto a otro jugador (Omar Albornoz), también "muerto de la risa" que no ha demostrado nada, que tiene antecedentes de indisciplina, además.

Eso que hizo el señor Hernán Darío el bolillo Gómez  (y el jugador Omar Albornoz) es una falta de respeto a una institución que prácticamente lo rescató del ostracismo en el que estaba como director técnico, después que ningún equipo en Colombia (excepto Medellin) lo contrató cuando salió de la selección Colombia porque en estado de embriaguez le pegó a una dama; después que en Costa Rica no lo aceptaron gracias a las protestas de un grupo feminista  de ese país y después que en Honduras lo sacaron porque no dio los resultados esperados en eliminatoria mundialista 2021-2022.

Esto jamás lo había visto en ningún técnico anterior. Todos salían cabizbajos. Porque, sí, en el fútbol se gana, se empata y se pierde, y no hay que detenerse en lo que pudo ser y no fue, pensar en lo que viene, pero de ahí a salir “muerto de la risa” después de una derrota es inaudito, triste y para Ripley. 

Cuanta falta de respeto con una afición que por tradición ha sido una de las mejores del país, con una ciudad que respira por los poros Junior. Ah verdad que dijo, palabras más, que lo que pensara la afición de Junior no le importaba.

Los irrespetos de Hernán Darío el bolillo Gómez en Junior comenzaron cuando le da la banda de capitán a un jugador como Didier Moreno, quien no la merece, que no ha sido referente del equipo porque además de correr y correr la cancha, nada mas será recordado por los autogoles y penaltys cometidos sobre todo en partidos definitivos. Irrespeto total con un pedazo de tela con el nombre de capitán, pero que significa mucho en Junior pues la han portado con creces jugadores de la talla y categoría de Gabriel Berdugo, Carlos Pibe Valderrama, Omar Pérez, Giovani Hernández, Sebastián Viera, Teófilo Gutiérrez, entre otros.

La banda de capitán, señor Gómez, no es para queien corra más y sude como caballo desbocado, no, es para quien la merece por liderazgo, respeto y jerarquía dentro y fuera de la cancha.

Que tristeza como han venido foráneos a burlarse, a perratearse en su propia casa a Junior, una institución a la que ya le perdieron el respeto a nivel nacional, gracias a dos personajes: Juan Fernando Quintero y Hernán Darío el bolillo Gómez que, a mi parecer, nunca debieron llegar a Junior. Lo dije en su momento, y hoy lo sostengo.

El uno, Quintero, vino a vivir de un gol en una Copa Libertadores, y se fue muy tranquilo, sin demostrar el por qué lo trajeron con bombos y platillo. Sin importarle nada el equipo que lo sostuvo vigente lesionado mas de dos meses y amagando con su recuperación sin que nadie explicara nunca los avances de su lesión y menos los de su recuperación.

Y el otro, Hernán Darío el bolillo Gómez, vive de los tres mundiales a los que asistió con Colombia, Ecuador y Panamá, en donde jugó 9 partidos, de 27 puntos posibles con las tres selecciones solo ganó 6 puntos: 3 con Colombia y 3 con Ecuador, marcó solo 4 goles, 1 con Colombia, 1 con Ecuador y 2 con Panamá, lo eliminaron de una en fase de grupo. Con Panamá cayó en el mundial 3x0 con Bélgica, lo goleó Inglaterra 6x1 y perdió 2x1 con Túnez, pero recuerdo que salió con una frase de mediocre: "lo que admiro en los muchachos es que no se dejaron meter 10 goles... "Mira tú eso", como decía mi abuela.

Y hoy sigue viviendo aún de los puntos que obtuvo cuando llegó a Junior hace unos meses: “lo encontré en el puesto 20 e hice 22 puntos…”. Espejismo puro.

Si, lo encontró en el puesto 20, pero lo que no analizan los que le aceptan este verso, no argumento, es que estaba de 20 pero a cuatro puntos del octavo. O sea, no fue una hazaña como cree él y la gente que le copia.

En ese momento cuando Hernán Darío el bolillo Gómez llegó, el contexto del equipo era diferente había que sacar resultados como sea, a eso lo trajeron. Y jugara como jugara no importaba, en ese momento, porque había que sacar al equipo del puesto 20, tenía que ingresarlo a los 8. Lo primero lo logró, lo segundo también pero no lo consiguió, porque al final lo eliminaron después de 10 años seguidos de Junior entrando al grupo de los 8 privilegiados.

Sin embargo, eso lo entendimos todos en cuanto a la manera de jugar, pero también es cierto que había consideraciones futbolísticas en Junior, por ejemplo, la presencia de Luis Sandoval, a quien muchos menospreciaron, pero quien le dio la cuota de fútbol a ese equipo, en ese momento, fue este muchacho porque cuando empezó a ser titular el equipo mostró otros atributos dentro de la cancha que hasta entonces no había logrado. Y tan es así que los goles más importantes para ganar, los hizo Sandoval. Sucede que muchos no lo van a reconocer por los actos de indisciplina que acusaron a este jugador soledeño, al cual estigmatizaron para siempre.

Y lo otro fue que Hernán Darío el bolillo Gómez vendió mucho humo en Barranquilla, ante muchos aficionados, prensa e incluso directivos basado en las narrativas del sindicato y la rosca de Sebastián Viera; la indisciplina de varios jugadores, pero al final solo sacaron a uno por esos actos y hasta ahí llegó el tema. Y como estaban las cosas en Junior el técnico que llegara y “le metiera mano” a esos rumores iba a quedar como un príncipe, como un rey, y Hernán Darío el bolillo Gómez muy astutamente le “metió la mano a eso”, y empezó a jugar con el verso de: “Junior tiene un daño muy grande”, “la indisciplina”, etc.  

Pero en lugar de mantener el equipo robusto porque de alguna manera lo había encontrado hasta cierto punto identificado entre ellos mismos, prefirió hacer un show mediático con el tema de la indisciplina para quedar él como decimos los barranquilleros, como el “putas boys”, el héroe que “llegó a colocar orden”, “el que se puso bien los pantalones”. Sofisma de distracción que la gente tragó en seco y le permitió a él seguir en el equipo porque era “el héroe”.

Eso en  cualquier momento le funcionó, y le creyeron y lo aplaudieron muchos, pero ya eso está en fuera de lugar, ya esa carta del sindicato, de la indisciplina y de la mano dura ya se la jugó. Ya ese verso no le funciona. Le sacaron del equipo lo que él pidió y le trajeron lo que solicitó, menos a Santiago Mele, porque él quería para el arco a Carlos Mosquera Marmolejo del DIM. Además, criticó la mala pretemporada de Arturo Reyes, pero él tuvo 50 días de esto mismo, y el equipo juega peor que el de Reyes.

Hoy en día Hernán Darío el bolillo Gómez lo quiera o no tiene y debe hablar más de fútbol, porque se pasó seis meses sin hablar de fútbol. Junior era notica por chismes de sindicato, rosca, indisciplina, menos por fútbol.

Armó el equipo con lo que él quiso, por eso el resto del semestre no puede seguir en lo mismo, porque hoy las preguntas, sobre todo de los periodistas nacionales, son acerca de fútbol, se empieza a ver lo que realmente es él como técnico, su idea de juego específicamente, queda en evidencia. Ya no tiene excusa, creo que por eso prefiere reírse cuando pierde jugando a nada: sin sorpresa, jugando hacia arriba el pelotazo para el que primero corra por la banda o por el centro, a lo que sea y salga. No tiene un orden, y además lo cogen mal parado. El hueco entre defensa y medio campo, no mejora, sigue igual.

A muchos no les gusta, pero siempre que pueda lo voy a repetir: comprobado está que el problema no era de arquero “salao”, “rosquero y sindicalista” porque Santiago Mele igual que cuando estaba Viera, evitó ayer más de tres anotaciones del DIM (las mismas tres y cuatro que evitaba Sebastián Viera por partido). Si no es por el arquero uruguayo Junior pierde mínimo 3x0 con los rojos. Pasa que cuando tapaba Viera, los que evitaba por partido no importaban, no eran noticia, ni lo destacaban (por acá, porque en el interior del país,si, siempre), porque si le hacían un gol era culpable y las atajadas destacadas del partido pasaban a un segundo plano y lo colocaban en la guillotina junto a la horca, además.

No, no era de rosca y sindicato, es de fisonomía de juego, de dirección técnica porque ahora, repito, no tiene excusa le trajeron lo que él pidió y le sacaron “el daño grande” y sigue lo mismo o peor.

Afortunadamente, los que nos dimos cuenta de esto muchísimo antes porque no nos comimos el cuento de la mano dura, somos más.

Lo que si no podemos aceptar es que Hernán Darío el bolillo Gómez, un técnico que tiene más fracasos que éxitos en sus más de 36 años dirigiendo, que solo ha ganado una liga y de eso hace 32 años con Nacional y una Copa Colombia con DIM después de tres décadas;que aumentó su récord negativo en Junior porque de 8 torneos en liga en Colombia lo han eliminado 7 veces de los 8, crea ahora que llegó a una ciudad que no sabe de fútbol, ignorante, como para que diga que la localía no existe ni es importante; y que siga viviendo de 22 puntos del semestre pasado que no le alcanzó al equipo para ingresar a los 8;  que siga diciendo que lo que piense la gente en Barranquilla le importa poco, que pregone que él muere con la suya (auto-prepotencia en su máximo esplendor) y menos podemos admitir que llegue a una rueda de prensa a hablar de lo mismo, del pasado reciente: “lo encontré en el puesto 20 e hice 22 puntos”, de eso quiere seguir viviendo porque ya no sabe que responder. Se le acabó el verso barato.

No podemos permitir que después que finalice la rueda de preguntas con los medios salga de allí “muerto de la risa” cuando el equipo ha sido derrotado mostrando más de lo mismo de él y su juego.

¡Señor “bolillo” Gómez, por favor, si no siente a Junior por lo menos respete a su afición.

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