¿JUGAR O NO JUGAR? MINISTERIO DEL DEPORTE Y FEDERACIÖN COLOMBIANA DE FÚTBOL VS DIMAYOR.
Ernesto Lucena, Ministerio del Deporte de Colombia
Por: Luz Mila Torres Ruiz, especialista en
periodismo deportivo.
¿JUGAR O NO JUGAR?
MINISTERIO DEL DEPORTE Y FEDERACIÖN COLOMBIANA DE
FÚTBOL VS DIMAYOR.
CONFRONTAMIENTO DE EGOS? INTERESES POLÍTICOS?
INTERESES PARTICULARES?
El Sistema Nacional del Deporte en nuestro país se
cobija bajo dos organismos articulados que permiten el acceso de la comunidad
al deporte, el aprovechamiento del tiempo, la educación extraescolar y la
educación física. Y estos organismos son públicos y privados.
Dentro de los organismos públicos se encuentran en
el nivel nacional el Ministerio del Deporte (creado mediante decreto 2743 de
noviembre 6 de 1968, transformado a Departamento mediante el Decreto 4183 del 3
de noviembre de 2011 y, posteriormente, a ministerio tras sancionar la Ley de
la República 1967 del 11 de julio de 2019). Y a nivel departamental, municipal
o distrital los Institutos Departamentales de Recreación y Deportes
(Indeportes), el del Distrito Capital o quien haga sus veces de acuerdo a lo
dispuesto en la Ley 617 del año 2000 y en el nivel municipal los entes
Deportivos Municipales y Distritales o quien haga las veces de acuerdo a lo
dispuesto en la Ley anterior.
Dentro de los organismos privados están en el nivel
nacional: Comité Olímpico Colombiano, Comité Paralímpico y Federaciones
Deportivas Nacionales; en el ente departamental y del Distrito Capital, las
ligas y Asociaciones Deportivas y a nivel municipal los Clubes Deportivos,
Clubes Promotores y Clubes Deportivos Profesionales.
De acuerdo a lo anterior, la División Mayor del
Fútbol Colombiano, Dimayor, no forma parte del Sistema Nacional del Deporte,
simplemente es una división profesional, cuyas funciones en la Federación
Colombiana de Fútbol son similares a las que tienen las comisiones en cada una
de las ligas deportivas en los departamentos.
Tampoco tiene el reconocimiento deportivo que es lo
que determina que un organismo forme parte del Sistema Nacional del Deporte.
Las federaciones en cambio tienen unos estatutos y
dentro de ellos están contemplados los de la Dimayor y también los de Difútbol
(División del Fútbol Aficionado). De hecho, el presidente de una federación o
cualquiera de sus miembros solamente puede ser elegido una vez y reelegido dos
veces, es decir, pueden alcanzar un máximo de doce años; mientras que el
presidente de la Dimayor y de la Difútbol pueden permanecer el tiempo que
quieran. En el caso de la Dimayor lo cambian porque los clubes lo desean así, pero
un presidente puede permanecer ocho o diez años, o los que quieran, porque ahí
no existen unos estatutos con respecto a la elección de ellos, son presidentes
ejecutivos.
Traigo todo lo anterior a colación a raíz de la
posición o decisión adoptada por Ernesto Lucena, ministro del deporte de
Colombia,con respecto a la reanudación del fútbol profesional en nuestro país.
En una carta contundente el ministro Lucena dijo
que sostendría contactos únicamente con el presidente de la Federación
Colombiana de Fútbol, Ramón Jesurum Franco, y excluyó de la conversación sobre
la reanudación de la liga profesional al presidente de la Dimayor, Jorge
Enrique Vélez, y a sus clubes afiliados, quienes se reunieron con el senador
Álvaro Uribe Vélez y el Ministro de Trabajo, Ángel Custodio Cabrera.
En mi concepto una decisión muy acertada de Lucena
porque las “negociaciones” de continuar con el fútbol en Colombia es tarea o
resorte del Ministerio del Deporte con la Federación Colombiana de
Fútbol y no con la Dimayor, y mucho menos con un miembro de la Rama Legislativa
como es un senador de la república, cuyas funciones distan mucho de intervenir
en la organización de cualquier deporte o evento deportivo, que no sean, a
menos, las de crear una Ley que favorezca al deporte y a sus
protagonistas. Nada más.
El “enfrentamiento” entre algunos clubes con su
presidente de la Dimayor, la invitación a una reunión programada por este
organismo al senador Uribe Vélez y la decisión del Ministerio del Deporte de
dialogar solo con la Federación Colombiana de Fútbol, son una muestra de las
tres velocidades a las que aún se mueve el deporte de élite en nuestro país.
Por un lado están las competiciones con grandes
ingresos televisivos, que ni siquiera son reconocidas por la actual Ley del
Deporte. En un segundo escalón se sitúan las federaciones y, varios pisos por
encima, ya al final de la escalera, está la Liga profesional (Dimayor) cuya
aportación económica equivale a un porcentaje desequilibrado entre los clubes
que lo conforman. La distribución de los dineros de los derechos de televisión,
por ejemplo, parece ser no es equitativo entre los clubes y esto ha mantenido
molesto a muchos equipos con el actual presidente de la Dimayor.
Cuando irrumpió la crisis del coronavirus la
competición del fútbol profesional colombiano se encontraba en menos de la
mitad de la Liga I y con participaciones internacionales de algunos
de sus equipos. La decisión, a diferencia de otras competiciones, no fue
consensuada con los clubes, y la Dimayor ha cifrado entre 30 y 40 mil millones
de pesos mensuales el golpe total por la suspensión.
No obstante, mi pregunta es: ¿por qué el ministro
Lucena tomó esta decisión ahora y no antes? Con todo respeto que me merece el
ministro del deporte, pero estas conversaciones debieron ser siempre a través del
presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, como es o ha sido con las
otras federaciones, y no con el presidente de la Dimayor.Esta decisión con o sin carta
la hubiese adoptado el Ministerio del Deporte desde un comienzo como lo hizo
con las federaciones de béisbol, ciclismo y con todas las demás.
De ahí se desprende, entonces, que en todo esto lo que hay es
una posible confrontación de egos, de intereses políticos y de intereses
particulares, en donde cada uno trata de ser soberbio e imponer su ley.
Es la otra realidad del deporte colombiano, inmerso
ahora en las pugnas por el control de ciertas competiciones entre el ámbito
estatal-asociado vs Dimayor, que vivirá su siguiente capítulo: ¿jugar o no jugar?
La última palabra la tiene el Estado a través del
Ministerio del Deporte y del deporte asociativo por intermedio de la Federación
Colombiana de Fútbol. Como debe ser.
Excelente escrito...!!
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