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!Teófilo Gutiérrez, un crack de la vida y del fútbol!


¡TEÓFILO GUTIÉRREZ UN CRACK DE  LA VIDA Y DEL FÚTBOL!
¡La imaginación del número 10 y el instinto del 9!








Por : Luz Mila Torres Ruiz
Es el biotipo del futbolista barranquillero de calle destapada o asfaltada, de playón, de la antigua bola e´ trapo, que nace con talento, pero que aprende a tener técnica y a gustarle el arco, la malla contraria a como dé lugar. A  pie descalzo, con el característico “perrateo” con túneles y festejando el gol en la cara a su compañero de barrio en las llamadas ¡líneaaaa! de antes, cuando los jóvenes se trasladaban de un mismo barrio o de otro circunvecino y llegaban a predios ajenos para jugar un partido de fútbol, cinco contra cinco nada más, apostando gaseosa y pan. Inspirados por la pasión al fútbol, sin reglamento, con un improvisado arco que consiste en  dos piedras una a la izquierda y otra a la derecha o con uno hecho con dos maderos oblicuos, uno horizontal  y dos verticales pequeños, en donde a duras penas cabe la pelota cuando ingresa. Pero se siente la bulla diez cuadras a la redonda cuando cualquiera marca un gol, esa es la pasión de un deporte llamado fútbol que trajeron a Barranquilla los ingleses, ingresado por el muelle de Puerto Colombia. Así es el futbolista barranquillero, así nace, así se cría:  apasionado, amante de la técnica y del gol. Así también nació Teo para el fútbol: picardía, malicia en la cancha, técnica depurada y facilidad para definir. 
“Tiene la imaginación del número 10 y el instinto del 9”, así lo definió el argentino Diego La Torre.

Tuvo una infancia dramática en la que se alimentó mal, sobreviviendo a los peligros de su barrio La Chinita en donde desde pequeño le tocaba tirarse en el piso de su casa por temor a los tiroteos frecuentes en ese sector, porque sentía miedo de salir a la calle de día o de noche, o de guardarse de alguna bala perdida, muy común en sus predios.
O como aquella vez cuando asesinaron a uno de sus mejores amigos porque lo confundieron con otra persona. La ausencia de justicia social en su barrio, dejó en Teo una huella profunda no solo de tristeza por ese hecho y por otros que le tocó presenciar sino de resignación ante la desigualdad y la falta de libertad de su gente para quejarse y exigir que el gobierno mirara hacia allá.
Sin embargo, el Teo de las noches infinitas en La Chinita, uno de los barrios más empobrecidos de la ciudad, encontró en el fútbol, más que una diversión, una esperanza de vida para él y su familia y una forma de escapar.Por eso, cuando recuerda esa infancia,esos momentos vividos en donde la supervivencia en medio de pandillas, tiroteos y pánico, es solo parte de su ayer, siente que recordar lo malo de su barrio sigue siendo una injusticia. Nunca traiciona sus orígenes, y mucho menos se olvida de donde salió.
Para él, el fútbol representa de una u otra manera un derecho a la igualdad, en donde su talento y sus goles valen tanto en la derrota como en la victoria. Por eso desde que despuntó en el balompié se divierte y divierte.
Estaba en el Barranquilla Fútbol Club pero ninguno de los técnicos que llegaban a dirigir a Junior lo observaban. Veía como pasaba el tiempo y el turno para él en el  rojiblanco no llegaba. Se desesperó tanto que llegaba todos los días llorando a su casa, hasta que un día le dijo a su padre: “nadie me quiere poner a jugar en Junior, yo me quiero retirar del fútbol”. Y quien sabe. Si su padre no lo aguanta, lo aconseja y lo impulsa a no desfallecer, hoy no tuviésemos el privilegio de verlo jugar.
Fue suplente durante mucho tiempo en Junior, pero la fe siempre en Dios es lo que mantuvo y ha mantenido a Teo en esa travesía de insistir, persistir y no desistir.

Fue arquero, quiso seguir los pasos de su padre quien fue cancerbero en las divisiones inferiores de Junior, después volante diez y le gustó mucho esta posición porque le encantaba hacer pases. Pero fue William Knight quien le enseñó los movimientos del delantero y ahí se quedó.
La magia de Giovani Hernández llegó a Barranquilla en el año 2008 y se paseaba por el verdísimo gramado del estadio metropolitano Roberto Meléndez. Una y otra vez Gio10 miraba hacia un lado y hacia otro y no veía a nadie. A quién le coloco el balón?

Empezaron a sonar nombres de delanteros, de goleadores nacionales y extranjeros, pero sin concretar. Hasta que Julio Comesaña, director técnico en ese momento, dijo: “en el Barranquilla hay un jugador que se llama Teófilo Gutiérrez, tiene talento y gol. Y lo subió. Al poco tiempo debutó y ahí apareció el socio que necesitaba Gio10 para finalizar con creces su magia.
“Teófilo Gutiérrez va a ser el mejor jugador de Colombia”, así lo pronosticó, lo profetizó, el profesor Julio Comesaña.

Y fue en la época del desespero, de la angustia de no bajar a la B cuando apareció el talento, y con ello los goles de Teo. Se consolidó en su puesto como número 9 de área, recibiendo cuanta pelota le asignaba Gio10 dentro y fuera de las 5.50, sin tener el perfil del rompe redes  tradicional:  cuerpo de tanque que se lleva a cualquier defensor por delante, a pesar de su 1.78 m de estatura. Lo único que exhibió siempre fue su técnica para marcar los goles, justos los que necesitaba el equipo para aliviarse del fantasma del descenso.
En 2009 explotó en serio. Sus 30 goles en el torneo colombiano lo alzaron al cuarto lugar entre los máximos goleadores del año en el planeta. En realidad tenía lo que Junior necesitaba en ese momento: uno, dos o tres goles que metía en cada partido y en ese pase gol a Alfredo Padilla ante Huila en Neiva, para decirle al descenso: hacia allá definitivamente no va Junior.

Teófilo Gutiérrez, Rey de América 2014,  tiene un pasado doloroso, pero esa no fue la única repercusión que sufrió una persona  que como él en ese entonces era excluido del sistema social. Tiene secuelas físicas por aquellos días de necesidades, de angustia, de temor. Por eso para él no fue fácil llegar al profesionalismo, pues su familia no estaba bien económicamente y él no se alimentaba bien. Cuando niño trabajó en una pescadería para ayudar a su familia, madrugaba y se iba a las tres de la mañana y sus manos se lastimaron mucho. Por eso, hoy día sus manos sufren esa consecuencia, le sudan demasiado. Pero para él son experiencias que en nada le impidieron que su talento se manifestara en la cancha. Son solo marcas de un pasado  que lo han hecho crecer como persona, a valorar de donde salió y a recordar siempre que tenga lo que tenga, nunca se ha olvidado de su familia, de su barrio, de su gente.

Teo es un ejemplo de superación personal, demostrando que aunque creció en un entorno vulnerable, en medio de temores, de miedos y tragedia, todo esto le sirvió para convertirlo en un crack de la vida y del fútbol.

SUS LOGROS COMO FUTBOLISTA PROFESIONAL
Ha logrado 13 títulos en su carrera como futbolista profesional.
·        Copa de Turquía con Trabzonspor, en 2010.
·        Supercopa de Turquía con Trabzonspor, 2010.En este evento marcó una tripleta y fue elegido el Jugador Mas Valioso de la final.
·        Copa México con Cruz Azul en 2013.
·        Torneo Final de Argentina con River Plate, en 2014.
·        Copa Campeonato de Argentina con River Plate, en 2014.
·        Copa Sudamericana con River Plate, en 2014
·        Recopa Sudamericana con River Plate, en 2015.
·        Copa Libertadores de América con River Plate en 2015.
·        Supercopa de Portugal con Sporting de Lisboa, en 2015
·        Copa Colombia con Junior, en 2017.
·        Campeón Liga Colombiana II con Junior, en 2018
·        Superliga de Colombia con Junior, en 2019· Campeón Liga de Colombia I con Junior, en 2019.
·        Botín de oro en Colombia con Junior (16 goles), en 2009.
·        Botín de Plata en Colombia con Junior (14 goles), en 2009.
·        Botín de Oro en Argentina con Rácing (11 goles), en 2011.
·        Medalla Puerta de Oro 2013
·        Elegido Mejor delantero y Mejor jugador del fútbol argentino, en 2014.
·        Rey de América, en 2014.
·        Miembro del equipo ideal de la Copa Sudamericana, en 2014.
·        Miembro del equipo ideal de América, en 2014.
·        Miembro del equipo ideal de la Dimayor en el fútbol profesional colombiano, en 2018
·        Miembro del once ideal en Colombia, en 2018
·        Sub campeón con Junior de Copa Sudamericana, en 2018
·        Miembro del equipo ideal de la Copa Sudamericana, en 2018.
·        Miembro de equipo ideal de la Dimayor y de Acolfutpro, en 2019.
·        Mejor jugador de Colombia, en 2019.
·        Único jugador colombiano que ha marcado goles en: Copa Mundo, Juegos Olímpicos con la selección Colombia y en Europa League y Champions League, jugando para Sporting de Lisboa.
·        Segundo goleador histórico de Junior con 87 goles.


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