¡ABEL GONZÁLEZ CHÁVEZ, UN SATELITE FUERA DE SERIE!

 

¡ABEL GONZÁLEZ CHÁVEZ, UN SATELITE FUERA DE SERIE!

                                                                 

Por Luz Mila Torres Ruiz

Hablar o escribir sobre Abel González Chávez, no es fácil, porque no sé por donde empezar. Si por el Abel al que desde niña, cuando aún era estudiante de primaria, escuchaba en un programa llamado “La Verdad” que se emitía por Emisora Atlántico en las noches, y que no me perdía acompañada de mis padres: “son las 10 de la noche,en este momento empiezan las elucubraciones (elaborar ideas o imaginar, generalmente, sin mucho fundamento), solo hasta mañana volverá la verdad…” Y  recuerdo que lo escuchaba con tanta atención,a pesar que estaba acompañado de dos grandes más como Efrain Peñate Rodríguez y Fabio Poveda Márquez, porque era su estilo, su amplia capacidad para hablar de lo desconocido por conocer, lo que me llamó la atención. Y por eso mi mente lo anheló y lo anunció, nunca lo expresé, quedó grabado en mi disco duro: “cuando  sea grande y llegue a ser periodista me gustaría trabajar con ese señor, ojalá esté vivo todavía”, dije. “Cómo es que se llama,mami el que habla chévere",le pregunté a mi mamá. “Abel González Chavez, él fue gerente de Junior”,me respondió mi madre,quien era una ferviente oyente de radio, que leía y sabía mucho de deporte.

            

No sé,maestro,si empezar por el Abel que “revolucionó”,que se adelantó muchos años atrás a la tecnología y con un computador empezó a enseñarnos que el futuro iba a depender de ese aparato desconocido para la mayoría de las personas que hasta llegaron a burlarse y a poner en duda su adelanto en la humanidad o si el Abel que aprendí a conocer  como ser humano, como jefe y un gran enamorado de su familia, cuando llegué al programa “Satélite” en el año 2004, convirtiéndome en la primera mujer en participar en Satélite, que “es una manta en Barranquilla”.

Pero sí,decidí,definitivamente,empezar por el último Abel,el que conocí allí,del cual aprendí mucho y del cual guardo el mayor de los recuerdos como persona y como jefe.

Con defectos, como ser humano,pero con más virtudes, Abel dejó un gran legado y la certeza que por este mundo no pasó desapercibido,porque lo recuerdan y vive en cada uno de los que lo amaron,que lo conocieron detrás de las ondas hertzianas, y con él, su historia perdura.

                                         Durante el lanzamiento del libro con la familia de Abel González Chávez

                 

              

No solo fue mi jefe inmediato durante varios años en Emisora Atlántico de la Organización Radial Olímpica,fue mi amigo,como un segundo padre,quien estrechaba esa mano y aconsejaba con mucha sabiduría  cada vez que lo necesitaba. Y creo que desde arriba sigue guiando a su combo alegre porque,en mi caso,siempre como persona y como profesional pongo en práctica sus enseñanzas.

                                                             

Abel fue el periodista capacitado, con amplia cultura general digno de aprenderle. El gran jefe alcahueto con "la verdá pelá", ese jefe moderno que  corregía con serenidad,con paciencia,con autoridad pero con amabilidad,nunca con dureza porque detrás de él y de ese micrófono siempre hubo un gran ser humano con ese toque de bacán,de chévere, que le caracterizaba.

De él aprendí que ser emprendedor es la carrera del presente y del futuro;que ser independiente es sinónimo de no depender ni de esperar nada;que nunca debo desfallecer aunque desfallezca.

Hermosos momentos compartidos durante y después del programa Satélite con Pepe Sánchez, Plinio Pires, Juan Carlos Buggy; Lucho Torres, Omar Barros, Juan Carlos Rodelo, José Marenco, Guti, un combo contagiado y liderado por él, que se ganó un espacio en muchos corazones de personas,de las cuales muchas Abel no llegó a conocer.

 

Grandes momentos compartidos con Abel González Chávez en el programa Satélite.

Se fue de esta vida pero no de nuestras vidas porque con aciertos,desaciertos, aprobación y desaprobación dejó un legado eterno porque todos coincidimos que siempre fue un privilegio trabajar con él.

Para un ser humano como Abel no pudo haber mayor felicidad que gozar de tranquilidad emocional y espiritual que Dios le dio a través de su hermosa familia: Ingrid, su misma esposa durante más de 40 años, tener con ella 5 hijas, después varios nietos, y aun parecer novios como lo fueron siempre, no se ve todos los días en un hogar. Y así le llamaba a Ingrid: “mi novia”.

Esas hijas maravillosas Claudia, Sara, Karina, Anabella y Catalina, llenas de amor, de dulzura y de humildad en sus corazones que, sin conocerlas, ya las conocía, porque Abel me enseñó a conocerlas y a quererlas. Y a ellas le sumamos a Abel Eduardo, Edy o Abelito, su único hijo varón,quien heredó de su padre la capacidad de saber llegar a la gente y de vivir la vida con alegría y sin complicaciones.

Por eso comprendí por qué era tan positivo y alegre:porque  su mayor éxito no fue ser pionero en  lo digital, ni  ser un innovador en la radio,el logro,el éxito más importante y más grande de Abel fue construir un hogar bajo las bases del respeto, el diálogo,la solidaridad,las buenas costumbres, el amor y sobre todo de disfrutarla con alegría,por eso él se llevó la satisfacción del deber cumplido, ya que todo el tiempo la hizo feliz

Si, porque un ser humano exitoso no es el que más triunfa en diversos aspectos de su vida;un ser humano exitoso  es aquel que es consciente de lo que desea,de lo que anhela y de lo que está dispuesto a hacer para alcanzar aquello que quiere lograr.El éxito empieza en el alma y continúa con esfuerzo,trabajo,y sobre todo concientizándose en quién eres y hacia donde te diriges.

Que dejó triste a su familia, sí,pero con la satisfacción de haberla llenado de amor, de tranquilidad, de valores y capacitada para continuar defendiéndose.

Y tan es así, que una de sus hijas, Karina, quien heredando el profesionalismo de su padre, decidió continuar en frente del programa Satélite una vez éste falleció. Y ya han pasado tres años y ahí lo mantiene al aire,con el mismo grupo de trabajo. Y Claudia,otra de sus hijas,decidió escribir un libro que tituló: “Abel González Chávez, un Satélite fuera de serie”,en donde plasmó muchas vivencias,anécdotas y sobre todo reseña, resume y recuerda grandes épocas de su padre.

“Este libro, más que un homenaje que le rindo a mi padre, es el testimonio de una persona que supo vivir en consecuencia,es decir,que procuró hasta el ultimo de sus días hacer aquello que pensaba y sentía y, en especial que sus actos reflejaran precisamente el camino que iban tomando su mente y su corazón”. Claudia González Oliva.

"Al creador del Universo, quien me regaló la oportunidad de tener un padre maravilloso, mi mejor amigo, mi inspiración en el diario vivir. A los lectores, a la gente del Caribe y a todos quienes hacen parte y harán parte del Satélite que se originó con Abel González Chávez y que seguirá orbitando, inspirando a otrros a innovar comunicando". Claudia González Oliva

Y con el lanzamiento de este ejemplar y compartiendo con amigos de Abel, veteranos y poderosos de la radio y del periodismo barranquillero como Efrain Peñate Rodríguez, Luis Altamiranda, Rafael Sarmiento Colley, José Marenco, entre otros,corroboramos cuánto sembró en las personas que estuvieron a su lado en cualquier momento de su vida personal y profesional.

Le faltó vida a Abel para enseñar más, para lograr cristalizar anhelos y proyectos que se llevó consigo.Nunca sabíamos de que iba a hablar a partir de la una de la tarde, porque simplemente leía, investigaba acerca de lo actual, y siempre estaba adelantado a la tecnología y a lo que aún no sucedía. 

Tanto así, que hasta su propia partida de este mundo la anunció en su último programa de Satélite,cuando antes que se le acabara el time leyó un versículo de la biblia, que pareció premonitorio:

"El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir,yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia". 2 Juan 10: 10.

"Eso lo dijo Jesucristo,enternecedor y que esperanzador todo lo que dijo Jesucristo. Lo más grande es la vida eterna, despues que el man resucitó ya tu tienes esperanza de poder vivir en otra galaxia, en otra dimensión, y que no vas a quedar alli cuan largo eres comido por los gusanos.Por eso siempre digo, lo único que tiene futuro en este mundo es el espíritu, el cuerpo no tiene futuro.Se nos a-ca-bó el time".(Abel González Chávez,miércoles 21 de  agosto de 2019, 3:00 pm).

Este fue el último programa Satélite que hizo Abel. Aqui se despidió para siempre de su audiencia.

Con este comentario se despidió de su audiencia para siempre. Pero solo después, entendimos que era su despedida definitiva. Hasta en eso estuvo adelante.

Abel está gozándose la eternidad,allí nunca se le acabará "el time".Está disfrutando como lo hizo en este mundo, y acá su familia y amigos lo recordamos con tristeza, pero con pensamiento alegre y positivo, porque desde el Satélite celestial él sigue monitoreando. Y nosotros con fraternal abrazo que traspasa el infinito y llega al más allá siempre tendremos en “Abel González Chávez, un Satélite fuera de serie”.