Egos, avales y divisiones; el Pacto Histórico se calienta en el Atlántico

 

Egos, avales y divisiones; el Pacto Histórico se calienta en el Atlántico

Desde la llegada de Gustavo Petro a la presidencia en Colombia, los vientos de Cambio son el sueño de 11 millones de colombianos que le dieron la confianza al que hoy es presidente. Pero el Cambio trae consigo las ganas de poder por parte de muchos adeptos de los partidos y movimientos de la coalición política llamado el Pacto Histórico.

Y esto queda demostrado con las últimas noticias referente a las candidaturas y avales para las elecciones territoriales que tendrán presencia el 29 de octubre del año en curso; sucede en Bogotá, con el aval a Carlos Carrillo para la alcaldía y es que Alexander López –presidente del Congreso- “está invisibilizando su candidatura” expresó el mismo Carrillo en entrevista con Blue Radio. Lo mismo pasa en Cartagena con Julio Bejarano y la llamada “María Mulata” en búsqueda de los avales del Pacto, por la candidatura a la Alcaldía de “La Heroica”, sucede en Cali también, la escogencia de Danis Rentería para la alcaldía fue llamado como “rosca” por muchos otros aspirantes. El Cambio hoy es la panacea de la política en Colombia, y la pelea por quien la representa nos lleva a los mismos vicios de los años anteriores.

Pero es que las trifulcas por quien representa mejor las políticas progresistas del presidente Gustavo Petro y la vicepresidenta Francia Márquez no acaban ahí, a esto se suma el reciente espectáculo gubernativo en el departamento del Atlántico con la escogencia de Máximo Noriega -militante de la Colombia Humana hace muchos años-, como candidato único por el Pacto Histórico para la gobernación. 

El 4 de julio en una reunión con partidos y movimientos votaron para su representación en la competencia por obtener la gobernación del Atlántico, 14 de 24 han dado el si, 2 en contra y 8 se abstuvieron, cabe aclarar que la abstención no se convierte en negativa a su designación, ni es a favor, por lo tanto no genera peso en su escogencia. Aunque esta votación estaba avalada por un documento del Pacto Histórico, que establece “En cada entidad territorial (Departamentos, municipios y Localidades-Comunas) los comités del PH, con representación de las fuerzas políticas que hagan presencia en dichos territorios serán los responsables de conducir y decidir las candidaturas propias o en alianzas y tramitar ante la Comisión la expedición de los avales, [...]” esto quiere decir que hay una dependencia en las decisiones en cómo se dan los avales para las candidaturas.

Pero al que no le ha gustado su designación es al mismo partido en el que milita Máximo Noriega, representantes de la Colombia Humana en Bogotá entraron en una disputa por su elección, mencionando en un comunicado el 2 de junio del 2023, que “no aceptará el mecanismo de acuerdos mayoritarios, como forma para seleccionar los candidatos del Pacto Histórico a los cargos uninominales y plurinominales para las próximas elecciones locales [...]”, desacreditando la autonomía departamental, volviendo al centralismo y que las decisiones se tomen desde la capital, la política en Colombia más que una tragedia es una comedia.

En estos momentos, muchos del Pacto Histórico de forma subjetiva y sin fundamento  quieren darle el aval a Alfredo Varela, que por causalidades que se presentan en la vida, es muy cercano a Agmeth Escaf miembro  de la Cámara de Representantes y que pertenece a la Colombia Humana, puede ser coincidencia o una de las jugadas de los personajes que se presentan en Colombia, y es que Varela ha saltado de partido en partido solo para buscar la oportunidad de figurar en este espectáculo político, y muchos otros quieren obtener el control presupuestal de una gobernación. Noriega y Escaf han tenido muchas diferencias desde las jornadas presidenciales del 2022.

Que risible es ver como militantes de los mismos partidos que se han llamado progresistas mantengan estas disputas por saber quién se queda con el poder en los diferentes departamentos del país, esto quiere decir que eso de Cambio no dan mucho.

Fuente: Anónimo Politico